La importancia de la educación en valores a través del deporte

 

La importancia de la educación en valores a través del deporte

“Divertirse, entrenar, aprender, respetar, compartir y competir”

Esfuerzo, trabajo en equipo, respeto, superación, perseverancia, deportividad y compañerismo son algunos ejemplos de valores que aprendemos desde que somos pequeños y nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida. En nuestro día a día nos enfrenamos a situaciones en las que activamos nuestro sistema ético y moral y hacemos uso de nuestros valores para tomar la mejor decisión posible.

Entendiendo a los valores como las actitudes, creencias y normas de conducta a través de las cuales nos comportamos y que se encuentran en sintonía con aquello que consideramos correcto. Existiendo una división entre los valores personales y valores sociales. Siendo los personales aquellos que apreciamos y respetamos individualmente y sobre los cuales formamos nuestra propia identidad, moral y relaciones con el resto de personas. Por ejemplo, la perseverancia, la humildad o el autoconocimiento. En la misma línea, los valores sociales son aquellos reconocidos como adecuados dentro del contexto social y que ayudan a mantener la armonía, equilibrio y buenas relaciones sociales. Algunos ejemplos son el respeto, la cooperación, la deportividad o la cohesión.

¿Cómo se adquieren estos valores?

 Valores a través del deporte

La adquisición de los valores se realiza a lo largo de toda nuestra vida, en las diferentes experiencias y vivencias que vamos teniendo, en el ámbito familiar, escolar, deportivo, etc. No obstante, lo adecuado es comenzar a trabajarlos cuando somos pequeños, de cara a formar una personalidad positiva adulta que se adecue a las normas sociales y creencias personales. La actividad física y el deporte corresponden un gran potencial y oportunidad para el desarrollo de los valores personales y sociales en el niño, además de contribuir y favorecer su educación integral. Entendiendo entonces el deporte como una herramienta pedagógica capaz de trasmitir valores, actitudes y comportamientos éticos.

Como todos sabemos, realizar actividad física y deporte ocasiona una gran variedad de beneficios en sus practicantes. En este caso en los niños, favorece y potencia, todo lo referido a lo físico, a lo motor, a lo psicológico, lo emocional y lo social. A través de la actividad física, y más concretamente el deporte reglado, ofrecemos a los niños la oportunidad de adquirir hábitos de vida saludable, desarrollar sus gustos, intereses y personalidad, gestionar emociones como la frustración o la ira, aprender a adecuarse a unas normas, desenvolverse de forma satisfactoria en distintas situaciones sociales, afrontar y aprender del error y por supuesto de crecer y ser educados en valores.

A través de la práctica deportiva los niños se ven expuestos a multitud de situaciones que son idóneas para su educación y formación integral. No obstante, hay que tener muy presente la idea de que el deporte puede fomentar tanto valores positivos como negativos. Es por tanto fundamental la intencionalidad y correcta organización de la actividad física de cara a la educación en valores positivos. La simple realización de una actividad física no asegura la adquisición de valores, se deben diseñar los entrenamientos, actividades y competiciones deportivas de forma consciente con este propósito.

Esto se realiza a través de herramientas y programas específicos que nos permitan aprovecharnos del marco de actuación que nos proporciona el contexto deportivo. Dicho de otro modo, realizar deporte de una forma que sea capaz de fomentar el autoconocimiento, la autonomía, la mejora de la autoestima y autoconcepto en los niños.

Valores a través del deporte

Utilizando el deporte como herramienta pedagógica, educativa y formativa que promueva el diálogo como mejor opción para resolver conflictos, que destaque la importancia de la participación, aceptación y respeto de todos y que utilice tanto el éxito como el fracaso como elementos educativos y de aprendizajes personales y sociales.

En resumen, estructurar los entrenamientos, tareas y competiciones haciendo especial énfasis en que los jugadores adquieran comportamientos, actitudes y conocimientos positivos para su vida, tanto deportiva como extradeportiva y que les permita desarrollar su personalidad, ideas, intereses y gustos.

¿Cómo diseñamos las actividades deportivas para educar en valores positivos?

A continuación os dejo una serie de herramientas, técnicas y estrategias para ello, siempre teniendo muy presente la edad con la que estemos trabajando y las capacidades y habilidades que posean. Destacando, además, la importancia de realizar un trabajo multidisciplinar en conjunto con todos los profesionales que rodean a la práctica deportiva, y por supuesto, en conjunto con las familias de los niños.

1. Ser ejemplo

Los niños tienden a copiar los comportamientos de sus figuras de autoridad, los padres, entrenadores y profesores suelen componer el círculo de personas que los niños más imitan y de los cuales más aprenden. Es por ello, que es muy importante que también presentéis todos los comportamientos asociados a los diferentes valores que estéis trabajando.

2. Establecer normas comunes

Entre todos los deportistas y cuerpo técnico, resaltando la importancia de que todos participen y se impliquen en la elaboración de las mismas. Además plantear retos individuales y grupales.

Valores a través del deporte

3. Desarrollar la empatía

A través de ejercicios y dinámicas en los que tengan que trabajar en equipo, destacando la importancia de la participación de todos los jugadores. Que los niños aprendan a ponerse en el lugar de otros, de sus compañeros, rivales u otras personas ajenas a ellos.

4. Reflexionar

Que los deportistas reflexionen sobre el valor concreto que se está trabajando y sobre ciertos comportamientos asociados. En la finalización de algún ejercicio o sesión de entrenamiento, que realicen una reflexión conjunta de la importancia del valor que se está trabajando para la consecución de los objetivos y ejercicios. A través del deporte pueden aprender a considerar las consecuencias de sus actos y las de los demás.

5. Desarrollar el juicio moral de los deportistas.

Valores a través del deporte

Debatir sobre temas éticamente relevantes, con el objetivo de potenciar en los niños la discusión, pensamiento y crítica sobre temas relacionados con los valores morales que repercuten en la práctica deportiva. Analizando colectivamente los valores, los comportamientos y las actitudes que intervienen en la toma de decisiones de temas sociales y dilemas éticos.

6. Análisis

Buscar situaciones concretas dentro de la práctica deportiva, tanto de los entrenamientos como de las competiciones y analizarlas conjuntamente, de forma que se evalúen e identifiquen las conductas más adecuadas para cada situación.

Valores a través del deporte

7. Ejercicios de autocontrol, autoevaluación y autoconocimiento.

De cara a que los niños tomen conciencia de los propios pensamientos, emociones y sentimientos que afloran ante diferentes situaciones, dotándoles de herramientas para gestionarlos y controlarlos correctamente cuando sean inadecuados.

8. Ejercicios concretos y específicos

Para cada valor, con su posterior reflexión conjunta.

Para finalizar os dejo la siguiente frase que tengo destacada en mi programa “Escuela de valores”

“Entrenar  a través de la organización y el esfuerzo. Aprender  a través de la responsabilidad y la humildad. Respetar  a través de la tolerancia y el compañerismo. Competir  a través del trabajo en equipo y la deportividad.”

Leticia Montoya