Adrenalina: Qué es y cómo afecta al cerebro durante y después de hacer deporte
¿Alguna vez has sentido que tu pecho se llena de energía, respiras rápido, pero profundamente, tu cuerpo comienza a temblar, te recorre un escalofrío de arriba abajo y te cuesta recomponerte de una sensación de euforia, felicidad y miedo en ocasiones, muy intensa? Si tu respuesta es sí, entonces has vivido un subidón de adrenalina de libro. Las situaciones en las que puedes haber sentido este “adrenaline rush” son muy variadas; puede haberse disparado mientras te enfrentabas a una situación complicada, que te generaba inseguridad o miedo, e incluso viendo la caída libre que te esperaba subido en una montaña rusa, en una competición deportiva, practicando un deporte extremo o simplemente superando tus límites entrenando.
En el post de hoy te contamos todo lo que necesitas saber para familiarizarte con esta polivalente y peculiar hormona: la adrenalina.
¿Qué es la adrenalina?
La adrenalina es una hormona a la que nuestro cuerpo recurre cuando necesita gestionar determinados procesos corporales. Circula a través de la sangre para llegar a diferentes zonas del organismo y cumplir su tarea, que se resume en ayudarnos a estar alerta y activados en algunas situaciones. También funciona como un neurotransmisor, lo que significa que actúa como intermediaria en la comunicación entre las neuronas, y les avisa de las situaciones en las que se requiere una reacción rápida, tanto física como mental.
La adrenalina también nos prepara para sacar el máximo rendimiento a nuestros músculos cuando es necesario que alcancemos cierta velocidad, ya sea a causa del peligro que corremos en un determinado momento, o por encontrarnos en situaciones en las que todo depende de nosotros para ganar o perder algo. Sin embargo, es bueno tener en cuenta que la adrenalina no bloquea los receptores del dolor, pero sí nos ayuda a enfocar la energía y recursos del cuerpo en la huida o la lucha, restando atención a la sensación de dolor.
La adrenalina, también conocida como epinefrina, tiene una media de actividad de dos minutos y sus efectos pueden llegar a durar hasta una hora. El nombre de la hormona viene del latín “ad y renes”, que significa “al lado del riñón”, lo que explica dónde se produce la adrenalina; en las glándulas suprarrenales.
Efectos de la adrenalina sobre nosotros
Los avances de la ciencia y la medicina han hecho posible que la adrenalina se pueda sintetizar para crear fármacos, que se proporciona a los pacientes en casos de emergencias médicas. Se suministra a través de inyección, y tiene diferentes usos; se puede emplear en casos de shock anafiláctico, en situaciones de paro cardíaco para estimular al corazón y la circulación sanguínea, o como complementaria de la anestesia, ya que alarga su efecto. Esto acredita la importancia y la necesidad de esta hormona en nuestro cuerpo, que, entre otros, cuenta con estos efectos sobre nosotros:
¿Cuáles son los efectos físicos de la adrenalina?
La adrenalina hace que las pupilas se dilaten con el objetivo de que nuestros ojos para reciban más luz. Nuestra visibilidad será más clara y estaremos más alerta de lo que nos rodea.
Favorece el aumento de la presión sanguínea: la sangre se concentra en atender a los órganos vitales, y reduce su presencia en los vasos sanguíneos más cercanos a la piel, que se contraen.
Moviliza la energía del ATP y aumenta el metabolismo del glucógeno, que es la forma en la que se almacena la energía. El glucógeno se descompone y genera glucosa, que es la energía que necesita nuestro cuerpo, ya que aporta el combustible necesario para reaccionar ante una situación de estrés.
Aumenta el ritmo cardíaco para que todas las fuentes de energía de las que disponemos puedan llegar rápidamente a nuestro organismo.
¿Cuáles son los efectos psicológicos de la adrenalina?
La consecuencia más evidente de la adrenalina es que nos provoca una sensación de euforia y felicidad. Por esto se recomienda a personas que estén viviendo una etapa complicada o sufren de depresión o ansiedad, que practiquen deportes o actividades que ayuden a liberar esta sustancia.
Aumenta nuestra capacidad de activar rápidamente el estado de alerta.
Pone en marcha la estimulación de los mecanismos innatos de supervivencia y del mecanismo de defensa.
La adrenalina permite las rápidas reacciones físicas y mentales en situaciones de estrés.
Incrementa la autoestima y la autovaloración. Superar un reto o alcanzar un objetivo pueden ser los alicientes que nos lleven a querer conseguir más. Al mejorar nuestras habilidades, enviamos un mensaje a nuestro cerebro comunicándole que somos capaces de gestionar situaciones adversas.
¿Qué nos aporta la adrenalina una vez finalizado el ejercicio físico?
La influencia de la adrenalina en el deporte es poderosa, pues a pesar de tener diferentes efectos orgánicos, se manifiesta subjetivamente dependiendo de la intensidad con la que vivamos la actividad y la emoción que nos transmita, ya sea momentánea, de alto impacto o prolongada y sostenida. El cuerpo humano es capaz de utilizar diferentes tipos de hormonas y preparar al organismo a nivel fisiológico en función de la situación en que se encuentre y del deporte que esté realizando.
En deportes como el running o el ciclismo, que requieren de grandes esfuerzos físicos y psicológicos durante un tiempo prolongado, la adrenalina tiende a dispararse en momentos concretos; por ejemplo, cuando se completa un circuito, se gana una carrera o se supera un obstáculo. En estas actividades de resistencia, se necesita mantener la adrenalina bajo control, y en hechos concretos como el disparo de salida en una carrera de velocidad, o adelantar un pelotón de atletas y colocarte el primero, permitir que la adrenalina se libere.
Por otro lado, a través de los deportes extremos o de riesgo, se busca una descarga rápida y más prolongada de adrenalina. Estas prácticas explosivas generan sensaciones muy fuertes en cortos espacios de tiempo y activan diferentes hormonas que se encargan de generar placer y bienestar.
Practicar deporte nos hace sentir vivos. Cuando hacemos actividades de aventura o que nos hacen salir de nuestra zona de confort, nos estamos atreviendo a afrontar unas situaciones concretas que obligan a la mente a centrarse plenamente en el ahora y en lo que el cuerpo está experimentando, ya que cualquier despiste puede convertirse en un accidente debido al riesgo que implica la actividad. Aunque los deportes de aventura en muchas ocasiones no suponen ningún riesgo real y está todo bajo control, la mente interpreta que hay peligro cerca y se activa.
Las emociones que se experimentan durante la práctica de un deporte extremo o de aventuras son muy intensas: se siente miedo, alegría, sorpresa…
¿Cuáles son los deportes que más adrenalina generan?
Muchas actividades sin ser necesariamente deportivas hacen que nuestro cuerpo genere altas dosis de adrenalina; no obstante, es en los deportes extremos donde más adrenalina liberan las glándulas suprarrenales. Dentro de estos, los más tendentes a ofrecer adrenaline rush son:
Paracaidismo: No es ninguna sorpresa saber que saltar desde un avión y dejarse caer al vacío durante más de un minuto hasta que se abre el paracaídas y se aterriza en tierra firme sea un deporte que hace sentir una constante sensación de libertad y emoción; efectos del subidón de adrenalina.
Salto base: Este deporte es primo hermano del paracaidismo, variando el punto de partida; en el salto base consiste en arrojarse desde un rascacielos o de una montaña en lugar que desde un avión. Se puede hacer simplemente un salto y aterrizar, o colocarse un traje especial y volar como un pájaro a escasos metros de la montaña. Este está considerado el deporte extremo más peligroso debido a la cercanía al suelo con la que se vuela y a la gran velocidad que se alcanza. Eso sí, la adrenalina está más que asegurada.
Alpinismo: El hecho de subir a la montaña por senderos delimitados no es, ni mucho menos el mayor detonante de la liberación de adrenalina, pero superar las dificultades que se pueden encontrar por el camino causadas por el entorno natural, ingobernable e impredecible en ocasiones, o mirar a tu alrededor cuando has alcanzado la cima y observar lo diminuto que parece todo desde arriba y lo lejos que queda el comienzo de la ruta son los grandes activadores de esta hormona.
Heliesquí: Este deporte consiste en saltar desde un helicóptero que se coloca justo en el inicio del descenso de una pista de esquí. El helicóptero hace más o menos la función de telesilla o remolque, con la diferencia de que incluye el riesgo de caer en el salto, de sufrir un golpe al precipitarse sobre zonas escarpadas o de que el helicóptero provoque aludes causados por las corrientes de aire que genera. Estas, son las situaciones causantes del disparo de la adrenalina en el cuerpo.
Puenting: Es probable que sea la actividad que libera más adrenalina. Su duración es tremendamente breve, pero durante el salto al vacío, la descarga de la hormona es altísima.
Slackline: Para practicar este deporte necesitas sujetar una cinta o slackline en dos puntos separados y caminar sobre ella, yendo de un extremo a otro sin perder el equilibrio. Cuanto más alta está la cuerda y más arriesgado sea el camino, mayor será la descarga de adrenalina.
Otra de las actividades que puede producir adrenalina, aunque en menor nivel, es ver películas de terror o las montañas rusas.
¿Cuáles son las desventajas de la adrenalina?
Aunque la adrenalina tiene efectos tremendamente positivos en nuestra mente y nuestro cuerpo y nos hace sentir realmente bien, un abuso en la búsqueda y consecución de la adrenalina también puede venir acompañado de algunas desventajas a nivel mental, como el desarrollo de enfermedades entre las que destacamos el estrés crónico, cefaleas o ansiedad. Se debe tener cuidado con convertirse en un adicto a la adrenalina ya que la falta de esta sustancia tan eufórica te puede producir abstinencia física lo que significa que te puede provocar dolores, nauseas o hiperactivacion del sistema nervioso. Cuando estamos en una situación de adrenalinas nuestro cuerpo muestra las siguientes sensaciones:
- Mayor bombeo de sangre
- Pupilas dilatadas
- Aumentan los niveles de glucosa en sangre
- Aumento de la presión arterial
- Se produce dopamina y serotonina, las llamadas hormonas de la felicidad.
Otro riesgo de la adrenalina es hacerse adicto a ella. La sensación de placer que se genera cuando esta hormona se segrega, puede derivar en el Síndrome de Pontius, a través del cual la percepción del peligro se encuentra completamente distorsionada. Quienes padecen este síndrome, viven actividades de gran riesgo como normales, poniendo en peligro su vida.
“Tu cuerpo está en modo de supervivencia, y el 99,9% de las veces, en realidad no estás en una situación de vida o muerte”, explica Graham Betchart, un entrenador de habilidades mentales. Empleados de la empresa de capital de riesgo True Ventures y Silicon Valley Bank aseguran que “Puede que estés teniendo una conversación con alguien con quien trabajas, y de repente, estás en este estado muy limitado y primario de pensamiento. Básicamente estás lidiando con viejos instintos”.
La adrenalina es una sensación que sin duda nos lleva a un estado e felicidad e intensidad al que podemos engancharnos por eso es importante no abusar ni perder la cabeza. Simplemente para poder seguir disfrutando de deportes de riesgo de la manera más sana y divertida.
La adrenalina, como has podido ver, es una herramienta que puede salvarnos la vida en ocasiones, que se utiliza en situaciones de vida o muerte, que nos hace sentir vivos, felices e imparables, pero que tenemos que saber utilizar. Como en el resto de nuestra vida, todo en exceso es malo. Debemos conocer nuestros límites y disfrutar todo lo que podamos hasta alcanzarlos. Así que, si estás un poco estresado últimamente o necesitas vivir una libertad mental plena, ¡ya sabes cómo liberar adrenalina a tope!