Cómo elegir tu tabla de snowboard de forma eficaz
Si estás pensando ahora mismo en la idea de comprar una tabla de snow, estos consejos te vendrán bien para tomar una mejor decisión. Aspectos de la propia tabla como el tamaño, el peso, la curvatura se unen a factores relacionados contigo, como el tamaño de tus pies o tu actual nivel de habilidad. Con estas cinco preguntas que deberías hacerte intentaremos esclarecer algunas dudas que puedas tener. Empezamos
¿Cuál es tu verdadero nivel?
No te gastes mucho dinero si nunca te has subido a una tabla ni has practicado snow con anterioridad. En estos casos lo mejor que puedes hacer es alquilar una y practicar primero con ella para acumular algo de habilidad y experiencia. Y, sobre todo, para asegurarte de que te gusta esta modalidad de deporte de nieve.
Cuando le cojas el truquillo a la tabla, puedes empezar por adquirir una similar a la que te ha servido como bautismo de fuego o quizá algo mejor que te permite progresar rápidamente un poco más.
Si tu nivel es intermedio, en el mercado existe un amplio abanico de tablas de montaña en función a las diferentes especialidades o a submodalidades específicas del snowboard. El tipo de tabla ideal dependerá mucho de tus gustos.
Y para los más avanzados, es seguro que estos ya dominan características técnicas de la tabla como el flex o el shape, ya que una pequeña diferencia entre tablas con respecto a estas magnitudes supone una manera muy distinta de exprimir este deporte para los más avezados.
¿Cuáles debería ser el tamaño y el peso de la tabla?
Altura y peso corporal es un factor determinante en este punto. Normalmente, se acude a una fórmula matemática para calcular la talla de la tabla: restar un 15% a tu altura si la diferencia de esta con tu peso corporal es positiva y un 12% si el resultado es negativo. Por ejemplo, una persona de 170 centímetros de altura con una masa corporal de 65 kilogramos (170-65=5) tendríamos que quitarle su 15% (25) dando como resultado una tabla de 145 centímetros; en cambio, otra persona que mida 170 centímetros y posea una masa de 75 kilogramos (170-75=-5) obtendría un resultado base de 150 centímetros al quitarle un 12% (20).
Eso sí, ten en cuenta también qué es lo que vas a hacer con la tabla. Los riders más afines a deslizarse por nieve en polvo necesitarán tablas algo más grandes. A aquellos que prefieran centrarse en la modalidad freestyle haciendo piruetas les irá mejor con tablas un poco más pequeñas.
¿Y la curvatura?
Depende de la modalidad que tengas en mente practicar y de tu nivel como snowboarder. Básicamente hay tres tipos de curvatura: Camber, Rocker y Flat.
El diseño Camber se caracteriza por ser el que más velocidad ofrece. La curvatura Rocker es más maniobrable y apta para freestyle. Y Flat, que no tiene curvatura y se trata de un híbrido.
¿Tienes los pies grandes?
Si tienes unos pies que superan la talla 44 asegúrate de estos no sobresalgan por los lados de la tabla, no es nada recomendable. Existen tablas más anchas, las conocidas como “Wide”.
¿Has probado la tabla antes de hacerte con ella?
Acudir a tests de material organizados por fabricantes y marcas, alquilarlas o pedir a tus amigos que te dejen probar las suyas puede hacer que encuentres tu tabla ideal antes de que te lo imagines.