El surfista de olas gigantes Garrett McNamara, que en 2011 cabalgó la ola más grande la historia (contabilizada), ha superado su propia marca coronando, con la ayuda de su tabla (y de una moto de agua que lo llevó hasta el lugar adecuado), una ola o montaña (que cada uno lo describa como quiera) de nada mas ni nada menos que de 30 metros de altura.
Ocurrió el pasado lunes en Praia do Norte (Nazaré, Portugal) el mismo escenario donde hace poco más de un año el estadounidense ya batió el antiguo récord y entró a formar parte de la historia del surf. Y es que en esa zona se produce un fenómeno poco común provocado por una brecha en la placa continental que actúa como un embudo, de 170 kilómetros de largo y cinco de profundidad, al recibir las marejadas del Atlántico. El resultado es la formación de olas descomunales.
Garrett McNamara dice “Me siento un privilegiado. Logramos todo lo que queríamos. Supuso un gran desafío personal”, en declaraciones a la televisión lusa Sic Noticias.
La sesión se encuadra dentro del proyecto The North Canyon Show, una iniciativa creada por el ayuntamiento de la localidad lusa para promocionar su espectacular spot a nivel internacional. Un delicioso y terrorífico reclamo para cazadores de olas XXL que ha dado sus frutos, ya que estos días Nazaré es el epicentro del surf, deporte que, según las últimas estimaciones, es practicado por 30 millones de personas.
Debido a la escasa diferencia con el anterior récord (de 27 a 30 metros),habrá que esperar unos días para que se confirme el récord. Por el momento, los organizadores han pedido un análisis de las imágenes a dos expertos en olas gigantes para que certifiquen que el norteamericano ha cabalgado una del tamaño de un edificio de 10 plantas.
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