Puerto escondido, Oaxaca: Un paraíso surfero en México.

Volamos de Madrid a Ciudad de México, que fue el punto oficial de inicio de nuestra ruta. Alquilamos una furgoneta y dimos comienzo a nuestro viaje de surf, turismo y ocio por la costa de Oaxaca, y que tenía como destino final el paraíso del surf mexicano. Después de pasar unos días visitando los monumentos, las iglesias y catedrales, las galerías de arte, el impresionante jardín Etnobotánico y otras maravillas que encontramos en la ciudad de Oaxaca, ubicada relativamente cerca de la Ciudad de México, cogimos nuestra furgoneta y emprendimos nuestro camino conduciendo sobre las carreteras costeras mexicanas en dirección a una de las mecas mas míticas del Surf: Puerto Escondido. 

Puerto Escondido, que se encuentra al sur de México y le bañan las aguas del Pacífico, ha ganado mucha popularidad desde los años 90. El turismo que más acoge esta ciudad está compuesto sobre todo por turistas mexicanos, pero desde los últimos años, la ciudad también está recibiendo mucho turismo exterior, lo cual no es de extrañar; en cuanto llegamos allí nos quedamos impresionados al ver un paisaje y una vegetación tan salvajes en un entorno tan poblado. 

Hace unos años comenzó a descubrirse la calidad de las derechas e izquierdas que albergaban las aguas de este pueblo costero de México, pero era complicado convertir el lugar en un destino de surf habitual, pues el terreno era todavía extremadamente virgen y los surfistas debían lidiar con una cantidad incontable de insectos, serpientes y tiburones. Debido al bum de la globalización, la digitalización y el acceso completo a todo, Puerto Escondido ha dejado de estarlo tanto, y ahora es un lugar mucho más frecuentado y el mar, la casa de muchos surfers locales y extranjeros. Las famosas olas de las playas de Puerto Escondido han convertido a este pueblo, conocido en principio solo por unos pocos, en un hogar sagrado al que acuden surfistas de todo el mundo.

Cuando nosotros llegamos, nos encontramos con una playa de arena fina y suave, y aguas de color esmeralda, casi transparentes que se extienden a lo largo de 25 kilómetros de arena, y se encuentra en un ambiente relajado en el que todo el mundo parecía estar de buen humor. Complicado no estarlo cuando el sol te acaricia, hace calor, no tienes prisa y te encuentras en frente de una de las zonas surfistas más famosas de la historia. 

La vida nocturna, la comida, los restaurantes y la gente nos parecieron espectaculares. Probamos la pescadilla, un plato que nos sorprendió gratamente, pues lejos de la asociación que nosotros teníamos de este pescado, nos encontramos ante una empanada frita rellena de pescado. También degustamos los tacos de pulpo, el pez vela y bebimos la bebida típica de la zona - además del conocido mezcal- que se llama Cocol y está hecha a base de ron, leche y agua de coco: ¡muy dulce para nuestro gusto, pero riquísimo!

Nuestro objetivo era cabalgar las olas de la Zicaleta, una mítica playa de tres kilómetros de longitud. Su fondo de arena, la ola que se genera es monumental, rápida revuelta y perfecta para nosotros. 

Las olas de La Zicaleta han visto a leyendas del surf cabalgándolas, y han acogido en ellas a algunas de las pruebas más importantes del Big Wave Tour. Pasamos varios días en la playa de la Zicaleta, pues es aquí donde se encuentran las olas más impresionantes, que llegan en ocasiones a alcanzar los 6 metros de altura. Nuestra rutina diaria se basaba principalmente en madrugar, correr al agua, pasar toda la mañana cogiendo olas y salir a comer, cada día en uno, a los restaurantes de la zona. Por las tardes surfeábamos hasta que el sol comenzaba a esconderse y entonces salíamos de nuevo del agua, y nos quedábamos sentados en la arena, viendo los atardeceres en la orilla del Pacífico, que, para nosotros, son los más bonitos. 

Además de la Zicaleta decidimos visitar algunas playas más para conocer mejor la zona. Recorrimos la playa de Carrizalillo, que consideramos perfecta para aprender a surfear, pues las olas son lentas y prolongadas, y eso permite que se pueda gestionar mejor su recorrido. Además, esta playa es pequeñita y acogedora, pasa prácticamente desapercibida. Nosotros tuvimos que esforzarnos bastante para conseguir acceder a ella. 

Tiene una forma de semicírculo cerrada y la arena fina. Aquí, además de surfear, nos dedicamos a hacer otra de las actividades que más nos apasiona: ¡bucear!

QUÉ HACER EN PUERTO ESCONDIDO ADEMÁS DE SURFEAR:

Además de comer, descansar y hacer mucho surf, descubrimos que en Puerto Escondido hay infinidad de actividades muy interesantes y divertidas para hacer.

• Playa Escobilla:

Nunca habíamos visto una tortuga salir de su cascarón e ir instintivamente en dirección al mar. En Playa Escobilla vimos, a lo largo de todo el terreno arenoso, a cientos de tortugas nacer e ir a darse su primer baño en el mar. Hacer surf nos encantó, pero ver este espectáculo de la naturaleza en primera persona y en directo no podemos cambiarlo por nada.

• Playa Manzanillo:

Aunque está bastante transitada, esta playa es ideal para bucear por sus aguas tranquilas y cristalinas, y un fondo poco profundo y con buena visibilidad que permite ver la biodiversidad marina que este lugar tiene que ofrecer. 

DÓNDE ALOJARSE EN PUERTO ESCONDIDO

Algo bueno de Puerto Escondido es que hay varias modalidades de alojamiento; desde hoteles, hasta hostales, casas para grupos e incluso habitaciones y casas compartidas. 

Nosotros nos alojamos en el hotel Santa Fe, muy agradable, cerca de la Zicaleta, con vistas al mar y unas instalaciones preciosas, aunque también nos planteamos alojarnos en el Hotel Selina Puerto Escondido, que también se encuentra en la Playa Zicaleta y cuenta con unas instalaciones muy completas. 

Vivo Resorts y Villas Carizalillo también nos parecieron muy buenas opciones, pero se alejaban un poco de la zona donde nosotros queríamos pasar la mayor parte de nuestro tiempo.

Por otra parte, si vais con un presupuesto ajustado y queréis pasar vuestros días cerca de la Zicaleta, recomendamos el Hotel Zanzíbar. Las instalaciones son humildes pero acogedoras y ofrecen los servicios básicos y necesarios para estar cómodo y no echar en falta nada. 

Si preferís alojaros en pequeñas casitas o bungalows, una buena recomendación es el “hotel” Bungalows Zicaleta. El complejo cuenta con piscina y un restaurante en su interior, y conocidos nuestros que lo han visitado afirman que el servicio es encantador y que la experiencia allí fue excelente.

¿DÓNDE COMER EN PUERTO ESCONDIDO? 

Costeñito Cevichería:

En este restaurante tienen una oferta de ceviche espectacular en cuanto a calidad y presentación. Normalmente lo acompañan con patatas finas asadas y un poco deshidratadas, que no llegan a estar crujientes, pero tampoco son muy blandas, con especias y tienen un sabor especial, más aún cuando acabas de volver de practicar surf. Las cantidades de comida que sirven son generosas, pero ¡es imposible no comérselo todo!

El Cafecito:

Nosotros desayunamos varios días en esta cafetería en la que la fruta siempre estaba fresca y había mucha variedad, y los platos que servían eran, una vez más, bastante copiosos: ofrecían “huevos Oaxaqueños” que era un combinado de huevos con salsa tomate y queso a los que se podía añadir, como acompañamiento, judías, tortillas o patatas “totopo”. Una buena forma de empezar el día: con un buen desayuno. 

Coco Fish Zicaleta:

En este restaurante el plato que más nos gustó fue el pulpo, acompañado con arroz, ensalada y fruta: simplemente delicioso, y muy cerca de nuestro spot de surf y del hotel. 

Espadin Restaurant:

El día que estuvimos buceando en la Playa de Carrizalillo, tuvimos la gran suerte de encontrar este sitio. Nos pareció perfecto para tomarnos una copa mientras anochecía. El restaurante era precioso, y las vistas todavía lo eran más. 

CUÁL ES LA MEJOR FECHA PARA IR

Aunque la temperatura es buena durante todo el año, pues las temperaturas mínimas son de unos 26 grados y las máximas, de 30. Pero los meses de junio, agosto y septiembre suelen ser bastante lluviosos, por lo que recomendamos acudir a la playa entre noviembre y abril, pues luce el sol prácticamente todos los días y las condiciones para hacer surf son ideales.

Una vez más, nuestro viaje nos dejó muy buen sabor de boca y, una vez más, ganas de repetirlo. Nos quedamos con un trocito de Puerto Escondido, de Oaxaca, de México, en el corazón, y soñaremos con surfear de nuevo en el Pacífico hasta que volvamos. Te recomendamos que tu también te embarques en este viaje, ya sea por el surf, por el buceo, por la oferta cultural y artística, o simplemente por descansar y tomar un Cocol a la orilla del mar.