Las tres playas más bonitas del mundo para tres gafas de sol
¿Quieres saber cuáles son las playas más maravillosas del planeta? Las que crees que solo existen en las películas, que no consideras del todo reales y que no eres capaz de situar en el mapa con total seguridad… bien, en el post de hoy te contamos cuáles son las tres playas más chulas del mundo, y, por su puesto, ¡con qué gafas debes equiparte para visitarlas!
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White Haven
La playa White Haven se encuentra en la isla de Hamilton, que pertenece al archipiélago de Whitsunday, en la costa de Queensland, Australia.
White Haven es un tesoro australiano. El sol brilla prácticamente todos los días, la arena es casi plateada y el color del agua fluctúa entre el turquesa, el zafiro, esmeralda, y a veces parece reflejar el del cielo y se tiñe de un azul claro repleto de vida. Las aguas de White Haven están decoradas por la Gran Barrera de Coral, lo que hace que este lugar sea, si cabe, todavía más colorido, natural y único.
Podríamos decir que esta playa es el lugar ideal para buceadores, pero creemos que sería injusto privar a alguien de la oportunidad de caminar sobre esta arena, nadar sumergido en un agua limpia y cristalina, y de ver, aun desde la distancia y en sucesivos y pequeños periodos de tiempo interrumpidos por la necesidad de salir a coger aire, la infinidad de colores de la Barrera de Coral.
White Haven tiene una longitud de 7 kilómetros, y además de presentar una belleza inusual, esta considerada la playa más ecológica del mundo y la más limpia del planeta. La CNN publico incluso un informe en el que se afirmaba que esta playa se encuentra entre una de las pocas que siguen recibiendo el nombre de “paradisiacas” de la Tierra.
En White Haven se sigue preservando la naturaleza y la fauna en un estado virgen, y se puede escuchar y apreciar cada detalle de la naturaleza de manera pura.
En esta playa se esconden más curiosidades: la arena que cubre la playa cuenta con los granos más pequeños del mundo, no retienen el calor, por lo que la carrera desde la orilla hasta tierra firme con las plantas de los pies ardiendo en cada pisada tan típica de cada verano, en White Haven no será necesaria.
Phi Phi Islands (Tailandia)
Las islas Phi Phi se encuentran a dos horas en barco desde Phuket y son, desde nuestra experiencia, uno de los sitios más impresionantes que hemos visto nunca.
Están formadas por dos islas grandes y cuatro más pequeñas. Las playas parecen estar sacadas de una película, el ambiente es cien por cien natural, tropical y puro.
En una de las dos islas grandes, Phi Phi Ley, el único elemento artificial que se aprecia es un pequeño camping para aquellos que quieran dormir bajo el manto de estrellas de la isla durante unas noches. Si se puede apreciar, sin embargo, algún hotel en la otra gran isla, Phi Phi Don.
Curiosamente el hecho de ser un lugar tan poco manipulado por el ser humano se ha convertido en uno de los atractivos más apreciables de la isla, por lo que cada año más y más turistas acuden a estas islas en busca de paz y armonía, pero cada vez se encuentran más como en casa… Aunque sumergirte en el mar que baña la playa de Phil Phi Ley, no solo te servirá para darte cuenta de que, en efecto, estás a miles de kilómetros de tu casa, sino que te hará crear, en el mismo momento en el que tus dedos rocen el agua fría, un nuevo hogar, allí, en mitad de Tailandia.
Phi Phi es sinónimo de paraíso; sumergirte en el agua azul turquesa, cristalina, transparente, rodeada de arena blanca y arropando ambas, una cadena de acantilados y montañas. Para los deportistas se suma a este concepto de Nirvana que este lugar es ideal para practicar escalada o deportes acuáticos.
Nosotros visitamos dentro de este archipiélago, las dos islas más grandes: Phi Phi Don y Koh Phi Phi Leh, y dos de las más pequeñas: Bamboo Island y Mosquito Island.
Phi Phi Don, como hemos mencionado antes está más desarrollada que el resto; pudimos encontrar restaurantes de comida tailandesa, alojamiento y de ocio nocturno.
Visitamos varias playas, pero las que más nos impactaron por su belleza y condiciones fueron Monkey Beach, a la que solo puedes acceder en barco. En ella habitan cientos de monos que viven a sus anchas en la playa. También recomendamos Long Beach, que es menos virgen que Monkey Beach y tiene algún restaurante para comer a su alrededor, y Laem Tong, a la que también es necesario acceder en barco y a la que nosotros fuimos porque nos informaron de que era perfecta para practicar buceo.
Phi Phi Leh, por su parte, es una isla plagada de naturaleza. Este lugar fue el que ambientó la película “La Playa” protagonizada por Leonardo DiCaprio en el año 1999, lo que provocó un gran aumento en la afluencia de turistas que querían caminar sobre las pisadas del actor en primera persona. Las autoridades locales decidieron vetar la entrada a turistas en el año 2018 para que no se destruyese por completo la esencia natural y solitaria de la zona.
Fue en las islas más pequeñas donde encontramos lugares más tranquilos y silenciosos. En Bamboo Island las playas tenían un ambiente tropical natural ideal para relajarnos y descansar. Nos dedicamos a nadar entre las corrientes del agua fría y a hacer snorkel. Podíamos ver claramente el fondo marino, la fauna que habitaba el mar y la cantidad de arrecifes de coral que descansaban entre la arena y las rocas.
La última isla que visitamos fue la de Mosquito. Rodeada de acantilados, solitaria y tranquila. La imagen era propia para enmarcar en una postal.
Matira Beach (Bora Bora)
Esta isla fue de especial admiración entre los fotógrafos de nuestro equipo. A continuación, os contamos el por qué.
Matira pertenece a Bora Bora, un atolón que se encuentra en las Islas de la Sociedad, ubicadas en el noroeste de Tahití. Estas islas están rodeadas de motus, que son islotes que se disponen de forma alargada y cuentan con mucha vegetación. Entre estos motus se encuentran el de Tapu, Bora Bora y Tahití.
La playa de Matira es la única pública de Bora Bora. La naturaleza resalta sobre todo lo demás en este lugar, el mar es un cuadro de color y vida y el azul del agua juguetea con el del cielo, eterno y brillante iluminado por un sol que parece no esconderse nunca en Matira.
La isla se dispone alrededor de un volcán prehistórico que cuenta con una laguna interior.
Aunque la industria hotelera está bastante presente en estas islas, estas no pierden su esencia. Lo idóneo, al menos en nuestra opinión es alojarse en las cabañas que se extienden sobre un pasillo de madera sobre el agua.
Los locales de esta isla lo consideran un paraíso de Tahití; esto puede ser por las palmeras que adornan la zona, la arena suave y escurridiza y por la paz que encuentras, casi sin querer, cuando sumerges tu cuerpo bajo el agua.
Ahora las gafas...
Las gafas que recordamos haber llevado durante nuestros tres viajes, fueron las Freeride, las Frontier y las Polar Black. Nos las colocábamos indistintamente en cada playa, en cada trayecto, mientras desayunábamos y cuando mirábamos directamente al sol mientras se escondía tímidamente y despacio tras el mar.
Los tres modelos nos permitieron observar con nitidez cada color, cada grano de arena y cada pequeño animal que encontrábamos a nuestro paso.
Si vas a hacer algún viaje este verano y quieres no solo ver, si no guardar en tu retina todo lo que vivas y los paisajes a los que tengas la oportunidad de acceder, equípate con nuestras gafas Frontier, con las Freeride o con las Polar Black. Y no te pierdas nada. No necesitarás quitártelas para apreciar mejor lo que tengas delante, es más, agradecerás llevarlas puestas.
Esperamos que este artículo te haya servido de inspiración y te haya trasladado a esos sitios con los que todos soñamos cuando estamos sumidos en la rutina de la ciudad, y los que nos cuesta creer cuando estamos en ellos. ¡Y no olvides usar tus gafas de sol de The Indian Face para hacer más completa tu aventura!