Alex Honnold y Adam Ondra
La escalada es un deporte que nunca ha destacado por su popularidad y ha sido minoritario y poco mediático, pero que, durante los últimos años ha crecido exponencialmente, y nombres como Alex Megos o Chris Sharma cada vez se escuchan con más frecuencia.
En el post de hoy vamos a hablar de dos leyendas contemporáneas de la escalada: Alex Honnold y Adam Ondra. Cada uno tiene un concepto muy característico y que contrasta mucho con el del otro, pero ambos han conseguido lo que nadie ha logrado antes, han hecho historia en el mundo de la escalada y han favorecido que este deporte que practicaban solamente unos pocos, se haya extendido masivamente y haya generado tanto impacto entre los jóvenes de todo el mundo.
¿Quién es Alex Honnold?
Alex Honnold es uno de los escaladores más famosos de la historia.
Nació en la cuidad californiana de Sacramento en 1985. Su pasión por la escalada ya se consolidó cuando tenía 11 años y hoy ese amor por ascender al cielo usando como transporte sus manos y sus piernas, y las rocas y las montañas como canales, ha cruzado todas las fronteras del planeta y se ha contagiado entre millones de personas que han empezado a practicar este deporte de manera generalizada. Honnold vive de una manera humilde y consciente; su casa es una caravana, no come carne, entrena a diario y le agobia la multitud.
Durante su adolescencia participó en numerosos campeonatos, pero poco a poco se fue alejando de contemplar la escalada como un enfrentamiento entre otros deportistas y se acercó a ella entendiéndola como un medio para acercarse a la naturaleza, a sí mismo, y como una manera de ser un poco más libre.
Alex Honnold es mundialmente conocido por sus escaladas “free solo”, o ascensiones de solo integral, es decir, que escala de manera completamente libre, sin agarres ni cuerdas ni un compañero. La mayoría de los escaladores free solo han perdido la vida en el intento, pero Hannold intenta hacer ver que algo tan difícil y complicado parezca sencillo de conseguir.
En 2012 se dio a conocer entre los amantes del deporte al aire libre y entre todos los que somos capaces de reconocer el esfuerzo y valorar las aptitudes ajenas, cuando escaló La Nariz del Capitán, en el parque nacional de Yosemite, en California, en tiempo récord, sin cuerdas ni sujeciones más allá que sus dedos entre los surcos de la roca y su cuerpo pegado a la pared de la montaña. Antes de esta, Alex ascendió en solitario por la pared de la montaña Moonlight Buttres y por Half Dome, en Yosemite.
Las personas que no conocen mucho sobre escalada pueden pensar que el atleta lo tiene todo bajo control y que está completamente a salvo, pero aquellos que entendemos y sabemos exactamente lo que hace Hannold, sentimos una mezcla de miedo, angustia y admiración.
Tras casi diez años planteándose y estableciendo el sueño y el deseo de escalar El Capitán, una pared de casi mil metros de granito del Parque Nacional de Yosemite, en 2017 lo hizo realidad. Esta está considerada como una de las hazañas más grandiosas de la historia. El Capitán es la pared más imponente de la Tierra y una meca para los amantes de la escalada. Honnold estudió durante meses el recorrido que haría para subir la gran pared, hacia exploraciones con cuerdas para estudiar el terreno y practicar cómo sería exactamente cada movimiento de su cuerpo cuando llegase el día real de la ascensión. Su ascenso esta pared fue filmada por El National Geographic y trasladada a la gran pantalla. La producción ganó el Oscar al mejor documental en 2019.
¿Quién es Adam Ondra?
Adam Ondra es uno de los mejores escaladores del mundo. Nació en la ciudad de Brno, en Chequia, y ha revolucionado el mundo de la escalada consiguiendo superar las barreras de lo imposible en más de una ocasión.
Ondra creció en el seno de una familia de escaladores, por lo que con dos años ya empezó a trepar y subir por las paredes de cada montaña que veía. Para él, escalar siempre ha sido algo natural. Con 7 años ya superaba líneas de nivel 7B. No ha dejado se ha saltado ningún entreno desde que tenía esa edad.
Adam vive en una casa en la que podemos ver agarres y simulaciones de rocódromos en las paredes, incluso un rocódromo propiamente dicho que el escalador diseñó en una de las habitaciones de su casa, y modifica cuando es necesario, en función de las cadenas que esté realizando para imitar los surcos y formas de las rocas.
Actualmente se encuentra probando una de las cadenas más difíciles que existen y que solo han logrado 4 escaladores antes que él. Esta es la Pared Perfecto Mundo, que se encuentra en Cataluña, en Racó de la Finestra. Ha superado todas las líneas 9b que existen menos esta. De momento.
En 2017 Adam Ondra consiguió pasar a la historia cuando logró cruzar la vía más dura y complicada del mundo, a la que se bautizó con el nombre de Silence y se le otorgó un nivel de dificultad nunca nombrado; el 9C. Ondra pasó dos años planteándose cumplir este reto y 15 semanas practicando en la roca hasta que consiguió finalizar el recorrido.
Su rutina lleva siendo, desde hace 24 años, entrenar cinco horas diarias durante seis días a la semana. Es casi obsesivo con el entrenamiento y no le vale hacerlo todo bien: Quiere alcanzar la perfección; para ello, además de contar con un entrenador y un equipo de especialistas a su alrededor, se informa y acude a especialistas del cuerpo humano que le aconsejan sobre cómo sacar el máximo partido a sus músculos y a sus articulaciones para hacer cien por cien eficaz su ejercicio.
Además de trazar y practicar nuevas rutas cada día, dar todo en cada movimiento de cada entrenamiento y tener una capacidad de sacrificio y esfuerzo tan grande, Adam da mucha importancia a los procesos psicológicos y a la evolución mental que se desarrolla según avanza la práctica de la escalada. Cree que es imposible avanzar si el progreso técnico no viene acompañado del mental.
Ondra está actualmente preparándose para los Juegos Olímpicos, aunque no disfruta del todo de la organización y la dinámica de estos, pero le gusta competir y compararse con los demás. Además de ganar, por su puesto. Pero también piensa en la escalada como en un estilo de vida que le da libertad. Verse colgado de la montaña, a 60 metros, donde casi nadie puede acceder, le relaja y le aporta felicidad.
¿Son realmente tan distintos Adam Ondra y Alex Honnold?
En mayo de 2020 Adam Ondra y Alex Honnold mantuvieron una conversación vía online, cada uno desde su lugar de residencia, que fue publicada a finales de marzo de 2021.
Durante esta charla de casi media hora, se puede observar, que, a pesar de tener un estilo completamente contrario en cuanto a la técnica de escalada, y no compartir demasiados rituales en cuanto a este deporte, estos dos atletas no son tan distintos entre ellos.
Cuando se conocieron, en un gimnasio en Bratislava, Honnold comenzó a saludar a los niños y a hacerse fotos con ellos, pues era el trabajo que iban a hacer durante unas horas en el espacio, y Ondra, por su parte, comenzó a entrenar como si le fuese la vida en ello, olvidando el gimnasio, a su compañero y a los niños.
La escalada es el todo de ambos, pero cada uno la vive de una manera diferente. Adam necesita dar el cien por cien en cada entrenamiento, ponerse nuevos retos constantemente, ser el mejor y competir. Esforzarse al máximo y jugar con el riesgo le divierte y le motiva. Siempre quiere hacerlo lo mejor que puede, aunque sea entrenando, si no, no está satisfecho. Le inspiran las vías difíciles y no suele hacer “big walls”. Sus movimientos son muy precisos y rápidos.
Por su parte, Honnold, que también lleva la mayor parte de su vida escalando, entiende este deporte como un momento de desconexión, no le hace falta dar el cien por cien de su esfuerzo si no es necesario. Disfruta cada movimiento que hace escalando, y lo medita antes de realizarlo. Es reflexivo y no tiene prisa por ser el primero en llegar a la cima.
Ondra afirma que está muy centrado en las competiciones y en escalar en roca, y que además se está preparando para los Juegos Olímpicos de 2022. Alex, por su parte, no tiene ningún interés en competir y sus días transcurren mientras va a escalar con su mujer y su amigo y referente Tommy. No cree que pueda escalar mucho mejor ni más duro.
Pese a no tener muchos puntos en común, ambos coinciden en su amor por la escalada y en lo que subir por la pared de una roca significa para ellos: Libertad, tranquilidad, poder. A los dos parece gustarles hacer fáciles cosas realmente complicadas, y esto puede ser porque parecen positivos y optimistas. Ambos se admiran mutuamente y respetan las ideas y la elección de vida que ha hecho el otro.
¿Con quién de los dos escaladores crees que tienes más cosas en común? ¿Eres competitivo, autoexigente y te entregas por completo cuando haces lo que te apasiona, o te tomas la vida con más calma, aunque sin descanso ni carente de esfuerzo y logras tus objetivos con la misma eficacia, pero sin tanto sufrimiento?
Esperamos que conocer más a estos dos escaladores os haya motivado a saber más sobre este nuevo mundo deportivo, que está cada vez más a la orden del día, y que os animéis a vivir la experiencia de encontraros pegados a la pared de una montaña rodeados de la naturaleza en estado puro.