Alvaro Fiuza y Walter Bouzan son segundos en el Mundial de Oklahoma

 

Alvaro Fiuza y Walter Bouzan son segundos en el Mundial de Oklahoma

Alvaro Fiuza y Walter Bouzan son segundos en el Mundial de Oklahoma

Alvaro Fiuza y Walter Bouzan quedan segundos en los mundiales de piragüismo de Oklahoma en la modalidad de Maraton en K2. Aquí os dejamos toda la crónica escrita directamente por Alvaro Fiuza.

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“Los días antes ya comenzaron lo nervios previos, pero de esos que gustan, que te crecen en vez de mermarte. La noche antes fue buena, tanto que dormí 9 horas… Me costó despegarme de las sábanas. El desayuno como siempre: Zumo, avena, tostadas, fruta, y de postre llamada a la familia, los mejores hidratos antes de competir son Laura y los peques…

Salimos del hotel un par de horas antes para revisar el material y llenar las chuponas con las sales minerales, esta vez iban a ser pieza fundamental de la carrera. Una hora antes comenzamos con los calentamientos, hidratación y estiramientos, eso si, debajo de una buena sombra ya que apretaba mucho el sol. Dejamos solo 15′ para hacer el control de embarcaciones y coger sensaciones en el agua, me sentía con una comodidad que no había tenido en todo el año.

A las 12:30h se dio la salida, comenzó la locura de las dos primeras vueltas, luchas por coger la mejor posición, golpes inevitables, sonidos de carbono rompiendo, gritos de autoridad… Nosotros colocados por detrás viendo el panorama y esperando a que se baje la tensión para entrar en acción. Tenemos que dar un tirón antes de lo esperado y pasar a marcar, eso no paraba y se acercaba el primer porteo, aún por encima teníamos que coger la bolsa de bebida antes de entrar a portear, fundamental para poder aguantar hasta la cuarta vuelta sin entrar por la zona de avituallamiento.

Conseguimos dar un fuerte tirón, pasamos a marcar para llegar entre los primeros al porteo, el plan de hidratación empezaba. Habíamos decidido llevar de salida sales y entrar solo una vez a coger otra bolsa, cuando solemos hacerlo tres veces. Teníamos que arriesgar, el entrar a beber penalizaba tiempo, pero el día pedía mucho líquido, eso no nos hizo cambiar de pensamientos y decidimos seguir lo hablado.

Al primer porteo llegamos doce barcos, por lo que las siguientes vueltas van a seguir siendo duras. La selección del grupo de cabeza se va haciendo muy lenta, los porteos pasan y en cada uno, se cae alguien del grupo de cabeza. Al cuarto porteo entramos cinco piraguas, toca beber, la k2 de Bikertt-Low nos entorpece al entrar por la zona de avituallamiento, recibiendo un golpe en mi cabeza, pero salvemos bien y conseguimos coger la ultima bolsa de bebida que vamos a usar.

Los tirones cada vez son peores en el grupo de adelante y los perseguidores no cesan en el empeño de enlazar. En la sexta vuelta se queda la 2ª k2 de Sudáfrica, quedando 4 barcos al frente de la prueba: dos barcos españoles, sudafricanos y húngaros. La cabeza me empieza a sufrir, solo 30′ de carrera y las medallas están cerca, empiezo a pensar en un artículo que leí de la revista Triatlón, la “Ironwar”, aunque aquí éramos cuatro en vez de dos y, esos acompañantes podían cambiar lo sucedido en los años anteriores con las dos k2 españolas…

Resumiendo: En años anteriores Merchan-Ivan nos habían privado del oro, al igual que Dave Scott a Mark Allen en el ironman de Kona. Queríamos conseguir lo que consiguió Allen en ese año 89, conseguir batir a su bestia negra.

Se acerca la ultima vuelta, Walter me dice que va muy acalambrado, la estrategia de la bebida no funciono al 100%, pero le digo que yo voy entero y que tranquilo, que la podemos liar. Llegamos a la octava y última vuelta, todo va sobre lo previsto, llegamos a la última recta marcando, conseguimos defender la posición y correr con los sudafricanos, pero un porteo accidentado para la k2 de Merchan-Iván hacen que vayan al suelo, chocando Emilio con Walter en su caída, los sudafricanos libran y desembarcan primeros, todo cambia, las dos k2 favoritas luchan por conseguir la victoria, pero esta vez había otro más en la fiesta, es como si en el 89 Allen solo piensa en Scott y viceversa y, llega un Raña y gana a los dos, ¿Qué pasaría? … no se!

En este caso… que fueron mejores en el sprint que nosotros, solo nos separaron 670 milésimas de McGregor-Mocke y, nosotros sacamos 210 milésimas a Merchan-Iván. Esta claro que no fue la “Ironwar”, pero yo pensaba en ella para animarme, en mi afán de ganar a ese magnifico k2 de Merchan-Iván, y si! Lo ganamos, pero no fue suficiente, hubo otro k2 mejor.

Anécdotas a parte, recibí muchos mensajes de expertos en esta distancia, diciéndome que había sido la mejor carrera de k2 que habían visto en su vida, así que no fue la “Pirawar” pero fue un gran espectáculo para los amantes de este deporte.

Que viene después de esta plata… no puedo hablar por Walter… pero a mí personalmente me gustaría volver a ganar un oro en maratón, tanto en un Europeo como en un Mundial, lo conseguiré? No sé, será muy muy difícil… Pero lo intentaré, no lo dudéis.”